Suturas

Podemos definir la sutura como el hecho de coser o aproximar quirúrgicamente los tejidos y materiales hasta que se produzca la cicatrización.

Las suturas se emplean para aproximar los tejidos en aquellas heridas en las que debido a la distancia existente entre los tejidos que imposibilita que no entren en contacto los mismos y en las que no sería posible la cicatrización. También se usan para contener aquellas hemorragias que por sí solas no son capaces de contenerse debido a su situación o magnitud (como por ejemplo ocurre en la rotura de un vaso de grueso calibre).

A la hora de realizar una sutura debemos de tener en cuenta diversos factores tales como que tipo de puntos vamos a usar, que tipo de tejidos vamos a unir o que tipo de vaso pretendemos cerrar. Lo que siempre debemos de tener en cuenta es que se trata de una técnica que se deberá de desarrollar en las mayores condiciones de asepsia al ser un procedimiento invasivo. Por ello debemos tener en cuenta una serie de normas y requisitos indispensables a la hora de efectuarla:

Usaremos siempre material estéril ;  esto incluye no solo el material de sutura sino también los guantes deberán de ser estériles y ser colocados de forma que no se contaminen con nuestras manos por su borde exterior.

Deberemos de preparar una sabanilla estéril sobre la que verteremos todo el material que vayamos a usar (abriendo los envases y dejándolo caer suavemente sobre la sabanilla estéril sin que los bordes del envase la toquen).

Todo el material debe de estar preparado y listo para ser usado antes de colocarnos los guantes estériles puesto que una vez que tengamos estos colocados no podremos manipular más material que el que tengamos en la sabanilla estéril o aquel que nos pasen, pero sin llegar a ser tocado por otras personas ( manipulado agarrándolo por los envases).

Todas estas medidas deberán de ser tenidas en cuenta no solo para la realización de suturas sino también a la hora de retirarlas, puesto que en ambos casos la barrera de protección de la piel está abierta a la posible entrada de microorganismos patógenos con el consecuente peligro de infección.