La enfermedad de Alzheimer es una
enfermedad de tipo neurodegenerativa que se manifiesta en el paciente mediante
el deterior cognitivo y en la conducta. La familia de la persona que lo sufre
suele comentarnos en los primeros estadíos de la enfermedad que esta presenta
de un tiempo a aquí olvidos, formas de actuar extrañas con respecto a su
personalidad habitual y una disminución de la capacidad de resolver pequeños
problemas de la vida diaria. Ello es debido a la muerte celular que progresivamente
se va produciendo en su cerebro y que por desgracia es hoy en día un proceso irreversible e incurable de forma
que determinadas zonas del cerebro empiezan a atrofiarse.
Desde que se diagnostica la
enfermedad el proceso hasta la muerte del paciente suele ser de 10 años aunque
esto depende factores tales como las características propias del paciente , la
estimulación congnitiva y física, etc..
Los primeros síntomas del Alzheimer
están relacionados con la memoria los cuales suelen confundirse con actitudes
relacionadas con la vejez. Posteriormente y en una etapa más avanzada aparecen la confusión mental y la
irritabilidad para dejar paso a continuación a una disminución cada vez mas
evidente de las funciones biológicas hasta llegar a la muerte.
La causa de la enfermedad es
hoy en día desconocida al igual que se cura. Por ello su tratamiento se basa en
atenuar en lo posible la sintomatología teniendo una especial importancia el
cuidador/a que tiene a su cuidado a
estos pacientes así como la estimulación cognitiva a la que se les somete.
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