El EPOC es una de las enfermedades
más comunes de los pulmones que causa dificultad respiratoria. Podemos
encontrar dos tipos de EPOC:
Bronquitis crónica que lo que provoca un cuadro de tos prolongada
con moco.
Enfisema que implica la destrucción progresiva
de los pulmones.
La mayor parte de los pacientes que
presentan esta enfermedad tienen una combinación de ambas afecciones.
La causa principal de la enfermedad
es el tabaquismo de forma que cuanto más fume la persona más probabilidades
tiene de sufrirla aunque hay gente que fuma durante años y no llega a sufrirla.
Otros factores de riesgo que
predisponen a la aparición del EPOC son entre otros:
Exposición a gases o a emanaciones en
el puesto de trabajo.
Exposición a la contaminación o humo indirecto
del cigarrillo (hablamos en este caso de los fumadores pasivos).
Uso frecuente de gas para cocinar sin
disponer de la ventilación adecuada.
La prueba que determina con mayor
fiabilidad la existencia de la enfermedad es la espirometría que no es más que
la determinación y evaluación de la capacidad pulmonar. Se trata pues de una
prueba no invasiva y simple que no acarrea la toma de muestras ni la
extracción de sangre. Esta prueba puede asociarse con otras como la gasometría
arterial o una radiografía de torax que aunque no son tan definitivas como el
anterior si ayudan al diagnóstico.
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