Los síntomas del ACV son:
- Pérdida de fuerza en un brazo o una pierna, o parálisis en la cara .
- Dificultad para expresarse, entender lo
que se le dice o lenguaje ininteligible (afasia).
- Dificultad al caminar, pérdida
de equilibrio o de coordinación.
- Mareos, dolor de cabeza brusco,
intenso e inusual, casi siempre acompañado de otros síntomas.
- Pérdida de la visión en uno o ambos ojos.
El tratamiento es el siguiente:
Lo más
importante en este tipo de episodios es la rapidez de actuación puesto que
cuanto más se demore en el tiempo la situación de privación de oxígeno en el
cerebro mayores serán las consecuencias neurológicas y peor será el pronóstico.
El tratamiento farmacológico de elección en cuanto se produce un acidente
cerebrovascular causado por la formación de un trombo consiste en el uso de
trombolíticos. Si son administrados con un margen de tiempo prudencial
(generalmente dentro de las tres primeras horas posteriores a producirse el
acv) pueden ayudar a disolver el coágulo y consecuentemente a reanudar la
circulación en el área cerebral afectada. Sin embargo es necesario saber con
seguridad que no se trata de un acv de origen hemorrágico puesto que en este
caso no haríamos sino aumentar el sangrado.
El tratamiento
a largo plazo va a depender de las secuelas producidas y se centrará en la
recuperación en la medida de lo posible de las funciones neurológicas
afectadas.
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