En muchos caso el cuadro clínico del
paciente en determinadas patologías respiratorias hace que el paciente sufra de
secreciones continuas y que ello le pueda ocasionar una broncoaspiración debido
a ellas. Por ello como personal de enfermería deberemos de vigilar de forma
cercana la permeabilidad y limpieza de las vías respiratorias del paciente.
Además deberemos de aspirar estas secreciones siempre que la situación lo
requiera y el paciente no sea capaz de eliminarlas al exterior.
También realizaremos una serie de
actividades que nos ayuden a prevenir esta situación de broncoaspiración y
conduzcan esas secreciones al exterior para ser eliminadas:
Realización de adecuados cambios
posturales que incentiven el movimiento de las secreciones hacia el exterior.
Mantener al paciente perfectamente
hidratado y en el caso de que su nivel de consciencia lo permita instruirle
mediante educación sanitaria de la importancia de beber abundantemente líquidos
con el objeto de fluidificar las secreciones y facilitar de esta forma su
expulsión
Aplicar e instruir al paciente sobre
técnicas de fisioterapia respiratoria (respiraciones profundas, clapping,
vibraciones, espiraciones forzadas).
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