Debido a que como hemos dicho
anteriormente muchas veces la HTA no se manifiesta con sintomatología deberemos
de hacer especial hincapié en la prevención mediante el seguimiento y toma de
TA de todas aquellas personas incluidas en grupos de riesgo:
Personas mayores.
Personas que presentas alteraciones
metabólicas o endocrinas.
Pacientes con obesidad o alteraciones
lipídicas (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, etc).
Diabéticos
Personas fumadoras.
Las personas ya diagnosticadas de HTA
deben de controlar sus valores para evitar posibles complicaciones tales como
infartos de miocardio, anginas, accidentes cerebrovasculares, alteraciones
cardíacas , etc.
Para ello deberemos de informar al
paciente sobre todas aquellas actividades y hábitos de vida saludables
necesarios para mantener la tensión arterial en unos valores normales. Entre
otras destacaremos:
Seguir una dieta equilibrada baja en
grasas y sal.
Realizar de forma habitual ejercicio
físico de forma moderada y teniendo siempre en cuenta las posibles limitaciones
del propio paciente.
Beber como mínimo dos litros de agua
al día.
Evitar el estrés así como las
emociones muy intensas y la ansiedad, instruyendo al paciente en aquellas
técnicas de relajación que le sean útiles para mantener un ambiente tranquilo.
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