Podemos definir el vendaje como la
ligadura que se hace con vendas u otros materiales dispuestas de modo que se
acomoden a la forma de la región del cuerpo donde se apliquen. En la actualidad
su uso más frecuente es cubrir las lesiones cutáneas e inmovilizar las lesiones
osteoarticulares.
Las indicaciones de los vendajes son
variadas , siendo las más habituales:
Limitar el movimiento de la parte
afectada.
Fijar apósitos o medicamentos
tópicos.
Fijar férulas impidiendo su
desplazamiento.
Comprimir una parte del cuerpo.
Fijar en su sitio los aparatos de
tracción.
Favorecer el retorno venoso de las extremidades.
Moldear zonas del cuerpo
especialmente muñones en las amputaciones.
Dos factores muy importantes a tener
en cuenta a la hora de realizar un vendaje son por una parte no comprimir
demasiado el área anatómica vendada para no dificultar la circulación sanguínea
y por otra tener en cuenta la posición anatómica en la que debe de quedar la
articulación o miembro a vendar.
Los tipos de vendajes que nos podemos encontrar son:
Vendaje blando o contentivo: se usa
para contener los componentes de una cura o apósito.
Vendaje compresivo: se emplea para
ejercer una compresión en una extremidad con el fin de favorecer el retorno
venoso.
Vendaje rígido: usado con el objetivo
de inmovilizar la región afectada.
Vendaje suspensorio: contenedor del
escroto o de la mama.
Vendaje protectivo: tiene como misión
cubrir una parte sana o enferma del organismo para protegerla de una acción
nociva.
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